El pingüino de Magallanes denominado también pingüino patagónico, es un ave que nidifica las costas e islas de la Patagonia de Chile y Argentina, y migra hacia el norte en invierno. Se trata de una especie marina protegida.
En septiembre pasado, dos de estos ejemplares vararon en playas del Biobío, uno en Lota y otro en Tomé. Ambos fueron trasladados por funcionarios de Sernapesca hasta el centro de rehabilitación de fauna silvestre Ñacurutú de Coliumo, único recinto que durante estos meses de pandemia recibe fauna silvestre para prestar auxilio.
Ignacio Flores, funcionario de Sernapesca Biobío, indicó que “el pingüino varado en Lota llegó con una lesión ocular en su ojo izquierdo, mientras que el ejemplar varado en Tomé, presentaba una lesión abdominal y pérdida de plumaje”.
El médico veterinario Cristian Herrera, impulsor del centro Ñacurutú, los atendió, medicó y cuidó por más de un mes. Ambos ejemplares subieron de peso, recuperaron su condición corporal y vitalidad gracias a los cuidados del doctor Herrera.
Ayer fueron trasladados por un equipo de Sernapesca Biobío hasta el Parque Safari de Rancagua para seguir la rehabilitación, que les permita en el mediano plazo retornar a su hábitat natural, tal como indicó Mauricio Ulloa, Encargado nacional de Rescate de fauna de Sernapesca.
Este año han sido 7 pingüinos y 2 tortugas marinas los animales que han varado heridos y que han sido derivados a Ñacurutú desde Sernapesca. El centro Ñacurutú lleva dos años de funcionamiento y recibe animales silvestres heridos, recepciona y da primeros auxilios a costo cero. Desde Sernapesca colaboran con la donación de alimentos e insumos médicos, y agradecen el enorme compromiso de Ñacurutú en esta labor abnegada de cuidar y proteger a la fauna marina protegida.