Más de 140 personas, representantes de distintos organismos y público en general participaron en la 5ª Charla Virtual de la Unidad de Conservación y Biodiversidad de Sernapesca. En esta oportunidad, se profundizó en el tema “Visitantes ilustres de nuestras costas”, animales marinos que suelen llegar, una y otra vez, a distintos sectores del litoral, y areas oceánicas llamando la atención de toda la ciudadanía.
Erick Burgos, ecólogo marino de Sernapesca Atacama, relató su experiencia con el elefante marino (
Mirounga leonina
) que llega cada temporada desde el año 2015 a las costas de Caldera. Su primera aparición se registró a fines de noviembre del 2015, en el sector Punta Pescadores de Bahía Inglesa. Y tres meses más tarde fue visto en Playa Ramada. Entonces el animal medía dos metros y medio de largo y pesaba unos 400 kilos. Se aisló el lugar en forma preventiva y se registraron marcas para su posterior identificación. Además se firmó un convenio de cooperación con la Municipalidad de Caldera y su clínica veterinaria. El 2018, el animal volvió a aparecer, esta vez durante 31 días, obligando a establecer protocolos de seguridad con la Armada y Carabineros. Fue posible observar por primera vez el proceso en que se trasladaba de un lugar a otro y finalmente se establecía en un sector determinado para mudar su piel.
Al año siguiente, en enero de 2019, permaneció 36 días en distintas playas de la zona. Medía ya más de cuatro metros y su peso se estimaba en dos toneladas. Profesionales del Sernapesca instalaron hitos para alejarlo de lugares poblados. En enero del 2020 repitió el mismo comportamiento. Su tamaño se acercaba ya a los 5 metros de largo y su peso superaba los 2.400 kilos. Fue posible observar además nuevas cicatrices en su cuello. Burgos agradeció la oportunidad de presenciar el desarrollo y comportamiento del animal, destacando la necesaria coordinación con distintos estamentos para garantizar su protección y la de los ciudadanos.
TORTUGAS MARINAS
Patricia Zárate, bióloga marina e investigadora senior del Instituto de Fomento Pesquero, IFOP, se refirió a las tortugas marinas que pueden ser avistadas en aguas chilenas. Se trata de cinco tipos de quelonidos, de 75 centímetros a dos metros de largo, que viajan entre 3 mil y 10 mil kilómetros desde costas de Centroamérica y Australia para llegar a las costas de Chile, donde encuentran un área rica en alimentación. Zárate señaló que las tortugas tardan 30 a 40 años en alcanzar su edad adulta y que sólo entonces las hembras vuelven a tierra para desovar. La llamada “impronta natal” les permite volver, en forma sincronizada y masiva, al mismo lugar en que nacieron para poner sus huevos. De cada 800 ovas que eclosionan, sólo 400 pequeñas tortugas logran llegar al mar. De ellas, unas 200 alcanzan su edad adulta, y apenas 20 pueden comenzar un nuevo y asombroso proceso reproductivo.
La bióloga llamó la atención sobre el cambio climático, que produce alteraciones en la temperatura y corrientes oceánicas, a un nivel que también puede afectar a estas delicadas especies.
La exposición estará disponible en nuestro sitio web, y la Unidad de Conservación y Biodiversidad del SERNAPESCA seguirá efectuando este tipo de charlas, donde se procura difundir la riqueza de nuestro territorio marítimo y la importancia de su protección.