Este 5 de enero comenzó la primera temporada de captura artesanal de jurel de este año 2023 para armadores debidamente inscritos en las regiones de Ñuble y Biobío.
El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), organismo fiscalizador de la normativa vigente, implementó las medidas para efectuar controles necesarios. Fue así como en la jornada previa se realizó patrullaje en zona de pesca con la autoridad marítima, se activó el monitoreo satelital continuo, y hoy se desplegaron funcionarios en terreno 24/7 para dar cobertura a los muelles y puntos de desembarques en los puertos autorizados.
«Este año el comité científico de la pesquería pelágica de jurel, estableció la disponibilidad de 14.430 toneladas de recurso disponible para extracción. La pesquería de jurel artesanal tiene esta modalidad de captura rápida, en que las embarcaciones van a zona de pesca, desembarcan y vuelven a salir hasta agotar la cuota, por eso es una temporada que en promedio se extiende por una semana o un poco más”, explicó Margarita Díaz, directora regional (s) de Sernapesca Biobío.
En esta temporada, además, Sernapesca junto con la empresa Sicpa, y la Universidad de Concepción ya han implementado el uso de cámaras de amplio espectro (captan más que la luz visible) que en conjunto con un algoritmo de Machine learning, son capaces de reconocer los peces que circulan por la cinta, permitiendo reforzar un muestreo de la composición de las especies hidrobiológicas desembarcadas por la flota pesquera. “Esta implementación tecnológica vanguardista, significa un mejor control de las cuotas de pesca y una disminución de ilegalidad” destacó la directora regional (s) de Sernapesca Biobío.
Son cerca de 400 las embarcaciones artesanales autorizadas para operar en esta temporada de jurel, y los desembarques de esta especie tradicionalmente se registran en los puertos de Coronel, San Vicente y Talcahuano. Su destino son las plantas pesqueras que compran esta materia prima a los armadores.